Diario de un puerco purpúreo
La cabaña de un cerdico morao'.

lunes, 23 de marzo de 2009

[ Soberbia

Allí sentada parecías un ángel, radiante, puro.

Tu mirada iluminaba el cielo y cegaba a los tristes mortales que nos arrastrábamos a tu alrededor. Creías tenerlo todo, pero no tenías a nadie. Nadie en quien confiar o con quien hablar. Porque te eran inferiores, nada comparados contigo.

Toda esa luz cegó tus ideas, y las ideas ciegas no van a ninguna parte. Entonces, creyéndote capaz de volar, te lanzaste al vacío de una sociedad en la que el centro no eras tú. Sorprendentemente para ti, nadie te cogió antes de llegar al suelo. Siempre te consideraron vanidosa, aunque no te lo imaginaras. Y se fundió la luz de tus ojos contra el oscuro asfalto.

Bienvenida al mundo real.]


Borreguismo

Dicen que es más fácil ser como uno es en realidad, que aparentar ser otra persona solo trae problemas. Pero, a veces, ser tú mismo y decir lo que piensas es lo que te dificulta el camino. Por ejemplo, cuando tropiezas con personas como las que están definidas por el microrrelato de arriba. Solo que este tipo de personas no suelen caer al vacío, porque subordinan a los demás. Y nos subordinan porque no queremos buscar problemas. Es un círculo vicioso de los que abundan en la naturaleza.

Claro, que también se puede pasar de todo el mundo, de la sociedad, hasta lograr escapar de este estúpido círculo vicioso. Tienes dos opciones: refugiarte en tí mismo, o refugiarte en las artes.

Puede parecer triste, pero a veces uno necesita evadirse de la sociedad, para pensar un rato como individuo, y no como parte de este conjunto de personas bajo una misma mentalidad. Porque al menos a mi no me gusta formar parte de un rebaño de ovejas. Ni de un "sub-rebaño" encabezado por una oveja soberbia.

Muchos de los lugares que frecuento están poblados de sub-rebaños que forman parte del gran rebaño social, y suelo seguirles la corriente para ser como cualquier otra oveja. Pero siempre llega un momento en el que me doy cuenta de que yo no tengo una piel blanquita y lanuda. No soy como ellos, y entonces me refugio en cualquier cosa para apartarme de su "normalidad". Porque ser normal no es lo mío. No soy una oveja.


Yo soy un cerdo lila.


Posted by PurplePig at 14:47 |

2 Comments:

At 25 de marzo de 2009, 12:58, Blogger Yeray García said........
Marcar la diferencia, aunque solo sea un poquito, te hace ser especial.

Un poco de algodón te hace sobresalir entre tanta lana.
 


At 26 de marzo de 2009, 10:20, Blogger Rosa Cáceres said........
Me gustan los cerdos lilas, los cerdos color púrpura y los cerdos de todos los colores.
Ya lo dice el refrán: "Del cerdo....hasta los andares".
Redactas muy bien. Y piensas mejor. Enhorabuena.